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Este
proceso continúa trabajando con la PTI, pero tiene ya como referencia el
contraste con puestos de trabajo concretos, por lo que la evaluación que
supone tiene ya dos referentes relevantes: las propias características y
exigencias del puesto, al que la PTI se ajustará mejor o peor, a partir de
ser considerada candidata apropiada; y otras personas que concurren al mismo
puesto y que, por lo tanto, entran en un proceso de comparación con las
características de la PTI. Por lo tanto, es una evaluación doble a la vez que
externa, y supone un contacto con la realidad ajena a la empresa de inserción
que es delicado pero imprescindible también para poder consolidar el progreso
conseguido durante el itinerario dentro de la empresa.
Previamente a esa evaluación externa, hay un primer proceso de ajuste en el
que tiene lugar la búsqueda de ofertas apropiadas (en el momento, además, en
el que la empresa ordinaria lanza esa oferta, que se abre también a otras
posibles candidaturas).
Si la conclusión del itinerario es por razón de tiempo pero no se han
satisfecho plenamente los niveles de logro en el desempeño de las distintas
competencias, si nos encontramos ante perfiles con más dificultades para ser
admitidos por los departamentos de recursos humanos de las empresas
ordinarias, el papel de la empresa de inserción en esta intermediación debe
ser de mayor implicación, y podrá traducirse en la preparación de la
entrevista de trabajo o el acompañamiento físico a la empresa para la primera
toma de contacto, por ejemplo y, tal vez, incluso la presentación de la
candidatura en la empresa.
La intermediación puede requerir, por lo tanto, una defensa cualitativa de
la candidatura de la PTI, justificando la idoneidad para el puesto, su
motivación y sus posibilidades. Puede dar lugar a acciones como llamar a la
empresa para reforzar la presentación e, incluso, participar en las
entrevistas, si la empresa así lo solicitara.
Durante la fase de selección, es conveniente mantener el contacto con la
empresa (mediante el canal de comunicación pactado) para recibir feedback de
las entrevistas realizadas y las candidaturas presentadas. La información
obtenida a partir de este seguimiento resulta de utilidad para reforzar
medidas de orientación de la PTI, permitiendo aprender de los errores
cometidos, mejorar sus habilidades y orientar el perfil profesional para
futuros procesos de selección en los que participe. Debemos valernos de estas
experiencias para seguir puliendo su proceso de inserción laboral.
De los cuatro procesos, éste vincula a la empresa de inserción (o su
entidad promotora) con una empresa ordinaria, y la empresa de inserción
desempeña el papel de preseleccionar, es decir, de
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poner a las
personas al final de su itinerario ya ante la situación real y concreta de
plantearse la posibilidad de acudir a un proceso de selección. Es un proceso
delicado porque involucra a distintas partes y tiene que atender tanto a las
necesidades de la PTI como a las de la empresa; dentro de un marco temporal
que no ha sido previamente planificado, como sí ha sucedido con el itinerario
hasta el momento, sino que viene determinado por la oportunidad de la
oferta.
Quien se encarga de la intermediación ha de conocer bien los requerimientos
del puesto, las características de la PTI preseleccionada, pero también el
marco legal que puede contribuir a que la PTI sea la persona finalmente
seleccionada.
A continuación, enumeramos y definimos brevemente cada una de las tareas
que hemos identificado como propias de este proceso y para las que hemos
localizado herramientas apropiadas:
● Verificar las condiciones y normativa de las ofertas para ajustar a
posibles candidaturas. Tomar nota de las informaciones disponibles de la
oferta, registrarla, así como también la información propia de la empresa con
la que se ha realizado el contacto incluso si en ese momento no tiene ofertas
disponibles.
● Búsqueda de candidatos/as: Preselección. Es clave un buen ajuste
laboral, que se apoya sobre las fichas de competencias y la evaluación
profesional, y que puede dar lugar a una ficha de demandante de empleo que
pueda utilizarse para encontrar correspondencias con las fichas de
oferta.
● Presentación a la empresa de las candidaturas, una tarea que podría
realizar tanto el personal a cargo de intermediación como la propia
PTI.
● Seguimiento de entrevistas realizadas, de BAE y compromiso en las
ofertas seleccionadas. También en este caso conviene llevar un registro de
las entrevistas realizadas de modo que el proceso de transición se vea como
tal y no como una sucesión de fracasos que parecen alejar la posibilidad de
éxito.
● Devolución de información sobre el proceso de selección a las
personas candidatas y a quienes les orientan, para profundizar en la
idoneidad del puesto
● Fidelización de la empresa. Vinculación con el seguimiento
posterior a la salida de la empresa de inserción. Tener en cuenta hacer un
seguimiento de aquellas empresas de las que no se han recibido ofertas
recientes.
● Incorporar herramientas BAE, ahora ya sí para iniciar la salida y
transición al mercado de trabajo, sea cual sea su coyuntura llegado el
momento idóneo para la salida de la PTI.
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